Generalidades 2
GENERALIDADES
Se ha señalado en el capítulo anterior que el plan a seguir en cualquier situación de supervivencia tiene como objetivo principal el enlazar con las fuerzas propias. Como consecuencia de ello, en este capítulo se van a tratar los métodos que tienden a la localización del lugar, procedimientos de orientación, normas para el movimiento y predicciones meteorológicas, al objeto de facilitar la tarea de conseguir dicha finalidad.
Saber o averiguar dónde se está es el primer paso hacia el éxito en una situación de supervivencia, después de atender a los heridos si los hubiera. Una vez logrado esto, es importante determinar si hemos de iniciar el acercamiento a nuestras fuerzas o esperar a que ellos nos localicen.
En el primer caso, la elección del itinerario dependerá de la misión y de los factores que configuren la SITUACIÓN (terreno, enemigo y medios). En el segundo, se procederá al balizaje de la zona por todos los medios a nuestro alcance para facilitar la localización.
En ambos casos, el Mando que destaca la Unidad tiene que conocer siempre los itinerarios, planes de vuelo, etc.
En una infiltración terrestre, no demasiado profunda, todos los componentes de la Unidad deben conocer los itinerarios de ida y regreso. Si se tratara de una infiltración aérea, es preceptivo el conocimiento del plan de vuelo (itinerario, hora de paso por puntos característicos, etc.).
En un aterrizaje forzoso, dependerá de la zona en el que se realice: si es terreno enemigo, convendrá separarse rápidamente de la aeronave para evitar se detectados; si es terreno propio, se estudiarán las dos alternativas, alejarse o permanecer junto a la aeronave, teniendo en cuenta que, en este último caso, las posibilidades de ser localizados por las fuerzas propias serán mayores.
Si a la situación de supervivencia se llega como consecuencia de un naufragio, y no se cuenta con un equipo adecuado, las posibilidades de sobrevivir serán escasas, a no ser que nos encontremos próximos a tierra. Se intentará averiguar la dirección hacia la tierra firme más próxima, bien por los vientos dominantes, las corrientes, las nubes, el vuelo de aves marinas, etc.
Si se procede de un campo de prisioneros y ha sido posible llevarse un croquis o mapa, las condiciones favorables aumentarán en lo que a la marcha se refiere; en caso contrario, se debe tratar de recordar aquellos accidentes geográficos más notables, así como los detalles peculiares que se apreciaron durante el traslado a dicho campo.